Introducción. Diferentes estudios han mostrado las carencias o hábitos alimentarios inadecuados de los jóvenes y adolescentes españoles, con un alejamiento cada vez mayor del patrón saludable de la dieta mediterránea tradicional. Nuestro objetivo es estudiar la ingesta de un grupo de jóvenes universitarios describiendo su grado de cumplimiento de las recomendaciones internacionales.
Material y Métodos. Fueron estudiados 111 estudiantes de la Diplomatura de Nutrición y Dietética de la Universidad de Valladolid en el periodo 2005-08, con una edad media de 20,8 ± 1,9 años, un 83,8% de los cuales fueron mujeres. Se realizó una encuesta nutricional de recuerdo de 48 horas con instrucciones previas y se realizaron los cálculos nutricionales para energía, macronutrientes, vitaminas, minerales, ácidos grasos y aminoácidos esenciales mediante el programa Dietsource®. Finalmente, se estableció el grado de cumplimiento de los Rangos Aceptables de Macronutrientes (RAM) y de las Ingestas Nutricionales de Referencia (RDI) (2001).
Resultados. La ingesta de energía total fue correcta en el 89,3% de los sujetos, pero la distribución de los macronutrientes en la dieta fue inadecuada con una ingesta insuficiente de hidratos de carbono en el 41,7% de los casos y excesiva de proteínas y de lípidos en un 78,6% y un 59,5% de los individuos respectivamente. Los mayores grados de incumplimiento de las RDI fueron para la fibra (88,1%), yodo (100%), flúor (98,8%), magnesio (83,3%), ácido fólico (98,8%), vitamina E (96,4%) y vitamina D (63,1%). El hierro presentó un grado de incumplimiento significativamente mayor en mujeres (87,8% vs 0%, p<0,001). Finalmente, los individuos con 1 o más factores de riesgo cardiovascular (definidos por los criterios IDF más el tabaquismo) presentaron ingestas significativamente menores de Zn (9,5 ± 3,4 versus 11,2 ± 3,8 mg; p = 0,04).
Discusión. Aunque los sujetos de nuestra muestra disponen (teóricamente) de mayores conocimientos nutricionales que el resto de la población, sus ingestas dietéticas resultan bastante inadecuadas tanto en la distribución de los macronutrientes como en los déficits observados en vitaminas y minerales, muchos de ellos claves para mantener un buen estado de salud en el futuro. Estos datos señalan la importancia de los cambios en el estilo de vida occidental sobre el establecimiento de hábitos nutricionales adecuados, por encima de factores tradicionales, como el nivel socioeconómico o cultural.