Objetivos: La necesidad de iniciar nutrición parenteral durante la gestación es poco frecuente y hay disponible escasa bibliografía al respecto.
Material y métodos: Se revisa un caso clínico y la bibliografía asociada.
Resultados: Mujer de 32 años gestante en semana 28 + 3 de embarazo, que ingresa en Obstetricia por malrotación intestinal, que, junto con rectificación por útero gestante, condiciona suboclusión intestinal la salida del ángulo de Treitz. Se decide manejo conservador inicialmente, con colocación de sonda nasogástrica (SNG) descompresiva, dieta absoluta y nutrición parenteral (NPT). La paciente conserva tránsito, por lo que se retira SNG y se comienza con líquidos vía oral. Buena toleranciainicial a los mismos que disminuye con el avance de la gestación, con mayor sensación de distensión y dolor abdominal. Se inicia NPT ajustada a sus necesidades calóricas y proteicas (1,1 g/Kg/día) más 450 kcal por día por estar en el tercer trimestre de gestación. En la semana 31 se observa hipoproteinemia por lo que se aumentan aportes. Se suplementa zinc al objetivarse déficit. Además, se consensua con la paciente la disminución de horas de administración de NPT para favorecer la movilización de la paciente, sin hipoglucemias ni otras incidencias durante las horas de desconexión. Adecuada ganancia de peso materno y fetal durante todo el embarazo. No se observan alteraciones iónicas ni del perfil lipídico durante el tiempo de seguimiento. En la semana 34+3 se decide finalización de la gestación por el elevado riesgo de isquemia intestinal, realizándose cesárea programada que cursa sin incidencias y sin requerir intervención quirúrgica intestinal en la madre. En este momento, se suspende nutrición parenteral y se inicia tolerancia según el protocolo habitual tras una cesárea sin incidencias. Posteriormente, tolerancia adecuada a la dieta, siendo dada de alta hospitalaria cinco días después.
Conclusiones: Se presenta un caso clínico de una paciente gestante que precisa nutrición parenteral por malrotación intestinal que condicionaba intolerancia oral. No se observaron complicaciones maternas ni fetales durante el tiempo que requirió NPT. Dada la escasa bibliografía de NPT en la gestación nos parece relevante exponer este caso.