Introducción:
Los inhibidores del punto de control inmunitario (ICI) mejoran la respuesta inmune contra el cáncer al bloquear proteínas como CTLA-4, PD-1 y PD-L1. Sin embargo, se asocian a efectos adversos inmunomediados, destacando las endocrinopatías. Entre los ICI más utilizados se encuentra el pembrolizumab, cuya incidencia de endocrinopatía varía entre el 0-19.2%; el nivolumab, con una incidencia global de endocrinopatías del 0-40%; y el avelumab, con el que la endocrinopatía ocurre en el 0-6%. Se clasifican según su gravedad en cinco grados. Este estudio analiza los casos de endocrinopatías en pacientes tratados con ICI en nuestro servicio el último año.
Método:
Se revisaron los datos de siete pacientes tratados con ICI en el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA), incluyendo el tipo de inmunoterapia, el tipo de endocrinopatía, el tiempo hasta su aparición, la gravedad, el tratamiento endocrinológico aplicado y la necesidad de suspender la inmunoterapia.
Resultados:
- Tiroideopatía: Cuatro pacientes (con carcinoma de cérvix, carcinoma epidermoide de pulmón y adenocarcinoma de pulmón) tratados con pembrolizumab o nivolumab desarrollaron hipotiroidismo de gravedad grado 2 entre 3 semanas y 2 meses. Todos fueron tratados con levotiroxina; solo en un caso se suspendió la inmunoterapia.
- Diabetes mellitus tipo 1: Un paciente con carcinoma urotelial metastásico tratado con avelumab debutó con diabetes mellitus tipo 1 y cetoacidosis de gravedad grado 3 a los 7 meses. Se instauró insulinoterapia sin suspender la inmunoterapia.
- Insuficiencia adrenal secundaria: Tres pacientes (con melanoma y carcinoma ductal infiltrante) tratados con nivolumab y pembrolizumab presentaron insuficiencia adrenal secundaria entre 6 y 15 meses después de iniciar el tratamiento. Dos casos fueron de gravedad grado 3 y uno de grado 2. Solo en un caso se suspendió la inmunoterapia.
Conclusiones:
Las endocrinopatías inducidas por ICI, como hipotiroidismo, diabetes mellitus y la insuficiencia adrenal, requieren diagnóstico y manejo temprano. La vigilancia endocrinológica es clave para evitar complicaciones graves y asegurar la continuidad del tratamiento oncológico.