INTRODUCCIÓN
Los trastornos del comportamiento alimentario (TCA) constituyen un grupo de enfermedades psiquiátricas cuya relevancia sociosanitaria es cada vez mayor, debido tanto al incremento de su incidencia y prevalencia en los últimos años, como a sus consecuencias deletéreas sobre aspectos físicos, psicológicos y sociales del paciente y de su entorno. Por otra parte, pese a las graves repercusiones que pueden presentar sobre el estado nutricional, la correcta valoración del mismo en los pacientes con TCA continúa siendo un reto en la práctica clínica endocrinológica.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio observacional transversal, sobre 114 pacientes (104 M/10 V) atendidos en una consulta especializada de TCA. De cada paciente se recogieron las siguientes variables: tipo de TCA (anorexia nerviosa –AN-, bulimia nerviosa –BN-, trastorno del comportamiento alimentario no especificado –TCANE-), sexo, edad, tiempo de evolución, índice de masa corporal (IMC), porcentaje de pérdida de peso respecto al peso habitual (PPPPH), datos de composición corporal (masa magra –MM-, masa grasa –MG- y agua corporal total –ACT-) estimados por bioimpedanciometría (BIA) y por densitometría fotónica dual (DXA), índice Cr/altura (ICA), marcadores del compartimento visceral (proteínas totales, albúmina, transferrina y prealbúmina), perfil lipídico y hormonas tiroideas libres y TSH. Así mismo se contemplaron algunos rasgos distintivos de estos trastornos, como la presencia de atracones y conductas purgativas y la presencia otros síntomas y signos, como la amenorrea o el tinte carotinémico.
Dichas variables se analizaron con el objeto de establecer si existían diferencias significativas entre los diferentes subgrupos de TCA y su posible implicación como marcadores del estado nutricional. Para el análisis estadístico se utilizaron fundamentalmente el ANOVA, la t-Student, la u-Mann-Whitney (Wilcoxon) y la regresión lineal de Pearson. Dicho análisis se llevó a cabo con los programas G-STAT 2.0 y SPSS 15.0.
RESULTADOS (ver valores en tablas del anexo adjunto)
Antropometría, PPPPH, Composición Corporal e ICA
IMC (Tabla 1). No existieron diferencias significativas entre sexos (V: 21.2 ± 5.4 vs M: 22.2 ± 7.9) pero sí se observaron diferencias muy significativas entre los subgrupos de TCA, evidenciando el de la AN los valores más bajos (p < 0.0001). Estuvo influido por la presencia de atracones (p < 0.0001), pero no por la presencia de conductas purgativas. También demostró valores significativamente más bajos para las pacientes con amenorrea (p = 0.0009) y para aquellos que presentaban tinte carotinémico (p < 0.009). El IMC correlacionó fuertemente y de forma negativa con el PPPPH (r = -0.79; p = 0.0001) y de forma positiva con la MM (r = 0.68; p = 0.0001) y el % de MG (r = 0.84; p = 0.0001). En cuanto a los parámetros de laboratorio, tan sólo se objetivó una correlación débil pero significativa con los valores del ICA (r = 0.37; p = 0.0001) y de T3 libre (r = 0.29; p < 0.002).
PPPPH (Tabla 2). De forma muy similar al IMC, existieron diferencias muy significativas entre la AN y los otros subgrupos, con pérdidas de peso muy superiores en el primero (p < 0.0001). También estuvo influido por la presencia de atracones (p < 0.0001), y de forma menos significativa por las conductas purgativas (p < 0.04). También demostró valores significativamente mayores para las pacientes con amenorrea (p = 0.009) y para aquellos que presentaban tinte carotinémico (p < 0.007). Además del IMC, correlacionó fuertemente con los parámetros de composición corporal de forma negativa, en especial con la MG (r = -0.76; p = 0.0001) y de forma débil con el ICA (r = -0.30; p < 0.002) y los valores de T3 libre (r = -0.28; p < 0.003).
Composición Corporal (Tabla 3). Existieron diferencias significativas respecto al sexo en cuanto a la MM (p < 0.0001) y al porcentaje de MG (p = 0.001), a pesar de no existir diferencias en cuanto al sexo en el IMC. Tanto MM como MG fueron muy inferiores en el subgrupo de la AN respecto a BN y TCANE (MM: p = 0.0007) (MG: p < 0.0001). La presencia de atracones influyó fundamentalmente en el % de MG (p < 0.0001) y menos en la MM (p < 0.02), pero no lo hizo la presencia de conductas purgativas. Al igual que sucedía con el IMC, la presencia de amenorrea se relacionó de forma significativa con valores más bajos de % de MG (p = 0.0004) y de MM (p < 0.02) y lo mismo sucedió con el tinte carotinémico: MM, p < 0.02 y MG, p < 0.002. Nuevamente se establecieron correlaciones débiles pero significativas tanto de los valores de ICA con la MM (r = 0.31; p < 0.002) y el % de MG (r = 0.31; p < 0.002), como de los niveles de T3 libre con la MM (r = 0.33; p = 0.0009) y el % de MG (r = 0.32; p = 0.001).
ICA (Tabla 4). Se evidenciaron diferencias muy significativas entre los subgrupos de TCA, evidenciando el de la AN los valores más bajos y con frecuencia francamente patológicos (p < 0.0001). De nuevo, la presencia de atracones influyó en los valores de ICA (p < 0.003), pero no lo hizo la presencia de conductas purgativas. También se objetivaron diferencias significativas a la baja en las pacientes con amenorrea (p = 0.004) y los que tenían tinte carotinémico (p < 0.05). Además de correlacionar con el IMC, el PPPPH, la MM y la MG, también se obtuvieron correlaciones débiles con los niveles de T3 libre (r = 0.32; p = 0.0005).
Compartimento visceral: proteínas totales, albúmina, transferrina y prealbúmina
Todos los valores estuvieron dentro de la normalidad y no se evidenciaron diferencias significativas ni por edad, sexo, subgrupo de TCA ni por la presencia o ausencia de atracones, conductas purgativas o presencia de amenorrea. Tampoco correlacionaron con los valores de IMC ni los de composición corporal o el ICA.
Lípidos plasmáticos: colesterol total, triglicéridos, c-HDL y c-LDL
Al igual que sucedía con las proteínas plasmáticas, todos los valores estuvieron dentro de la normalidad y, aunque el colesterol total y los triglicéridos mostraron cifras inferiores en la AN, y superiores en los pacientes con atracones, no existieron diferencias significativas entre los subgrupos de TCA, sexo ni por presencia o ausencia atracones, conductas purgativas o amenorrea. Tampoco correlacionaron con los valores de IMC ni con los de composición corporal o el ICA.
Hormonas tiroideas libres y TSH (Tabla 5)
En general, los niveles de HT y TSH estuvieron dentro de los valores de normalidad. No existieron diferencias respecto al sexo. Respecto a las cifras de T3 libre, tomadas de forma aislada, sí existieron diferencias entre el subgrupo de menor peso (AN) con respecto a BN y TCANE (p < 0.004). Del mismo modo se objetivaron diferencias significativas entre los pacientes que presentaban atracones (p < 0.002), pero no para las conductas purgativas. Entre las pacientes con amenorrea también se evidenciaron cifras inferiores de T3 libre (p = 0.0002), así como en los pacientes con tinte carotinémico (p < 0.0001). Como ya se ha mencionado más arriba, los valores de T3 libre correlacionaron, de forma débil pero significativa, tanto con el IMC como con el PPPPH, la MM, la MG y el ICA.
RESUMEN y CONCLUSIONES
Tanto el IMC como el PPPPH parecen ser los principales indicadores de severidad en lo referente al estado nutricional en los pacientes con TCA, y ambos correlacionan bien con las medidas de composición corporal determinadas por BIA y DXA. Las conductas restrictivas (ausencia de atracones) se relacionan con mayor PPPPH, y con cifras más bajas de IMC, de MM, de % MG y de ICA. En cambio, las conductas purgativas parecen tener una influencia mucho menos relevante sobre estos parámetros.
Los parámetros de composición corporal (MM y MG) no se ven afectados en lo referente al sexo en los pacientes con TCA, aún en situaciones de pérdida severa de peso. Ambos correlacionan fuertemente tanto con el IMC como con el PPPPH y con los factores que los influencian.
Ni los niveles de proteínas plasmáticas, ni los de las fracciones lipídicas, parecen tener implicaciones diagnósticas ni pronósticas valorables en los pacientes con TCA.
En los pacientes con TCA, la presencia de algunos signos clínicos como la amenorrea en mujeres y el tinte carotinémico en ambos sexos, parecen asociarse a situaciones de desnutrición más severas, con valores de IMC y de composición corporal más bajos, así como mayor PPPPH.
Tanto el ICA como los niveles de T3 libre parecen ser unos buenos indicadores (con carácter discriminativo) de la situación nutricional en los pacientes con TCA, y es posible que puedan tener valor como marcadores de renutrición en este tipo de pacientes.