Introducción y objetivos: La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) se asocia a la desnutrición relacionada con la enfermedad donde la disminución de la ingesta debido a los síntomas es la base. El objetivo de este estudio fue valorar el ajuste a los requerimientos calórico-proteicos y su relación con el estado nutricional en pacientes con enfermedad neurodegenerativa en riesgo de desnutrición.
Métodos: Se realizó un estudio en 23 pacientes con ELA. Se evaluó la presencia de disfagia y se realizó un registro dietético de 3 días dos semanas después del inicio del seguimiento en la consulta de nutrición. Se calcularon los requerimientos calóricos con la fórmula de Harris-Benedict multiplicado por un factor de corrección de actividad/estrés de 1,3 y se calcularon los requerimientos proteicos a 1,5 g/kg/día. Se realizó el diagnóstico de desnutrición mediante los criterios GLIM y la composición corporal mediante impedanciometría (resistencia, reactancia, ángulo de fase, índice masa libre de grasa(IMLG), índice de masa muscular(IMM)).
Resultados: El 52,2% de los pacientes eran hombres. 47,8% pacientes presentaban desnutrición (34,8% desnutrición severa) y se inició suplementación oral nutricional en la primera consulta en 73,9%. El ajuste a requerimientos calóricos fue de 76,34(20,75%) y proteicos 86,86(18,75)%. La distribución de macronutrientes según porcentaje de valor calórico total fue 19,69(4,09)% proteínas; 40,17(6,21)% lípidos; 40,14(6,00)% de hidratos de carbono. En pacientes con desnutrición(DES) se observó un mayor ajuste no significativo a requerimientos proteicos (DES: 83,91(21,12)%; NODES:69,41(18,60); p=0,09) y calóricos (DES: 88,79(21,25)%; NODES: 85,09(16,91)%; p=0,65).
Al evaluar la relación entre la ingesta dietética y la composición corporal se observó una correlación positiva entre el ajuste a requerimientos proteicos con la resistencia (r=0,58;p<0,01); y una correlación negativa con el IMM (r=-0,45;p=0,03) y el IMLG (r=-0,64;p<0,01).
Conclusiones: En pacientes con ELA en riesgo de desnutrición existe un ajuste por debajo de los requerimientos calóricos y proteicos. Se observa un incremento del ajuste a requerimientos proteicos en valores más bajos de masa magra, en probable relación con un aumento del aporte nutricional cuando se diagnostica la desnutrición.